La música clásica.

Para que nos hables de tus gustos en el arte de combinar los sonidos.
Usuario Senior
Avatar de Usuario
Mensajes: 1727
Registrado: 20 Jun 2012, 20:24
Ubicación: En un Satélite de Saturno

Re: La música clásica.

Notapor Ser Supremo » 31 Jul 2012, 15:11

No conocía a Glenn Gould, pero sí a Vladimir Horowitz, tengo muchísima de su discografía bajada de TPB.
Así que voy a ver si me pongo a revisar lo que tengo y lo que me falta de ambos, que seguro es mucho.
Voy por los [FLAC] qua hay aquí: http://thepiratebay.se/search/vladimir+horowitz/0/3/0 y aquí: http://thepiratebay.se/search/glenn+gould/0/3/0
Enlace a solo los [FLAC] de Gleen Gould: http://thepiratebay.se/search/glenn+gould/0/3/104
Calculo que solamente con "Vladimir Horowitz: Complete Masterworks Recordings Box Set" y "Glenn Gould: The Complete Original Jacket Collection Box Set" estoy cubierto de por vida.


Para mi la música clásica u orquestada es la única que sirve para las entradas triunfales y para crear momentos y/o transmitir sentimientos en escenas mudas de películas.
[youtube]p4ovtoLLLrQ[/youtube]
[youtube]TTFG1jVKbPA[/youtube]
[youtube]hXeBxtyF-5U[/youtube]

Perdón si me voy por la tangente...
[youtube]NzGgX1DihPw[/youtube]
[youtube]u-rLrMGBUv4[/youtube]
Jarrod Radnich @ http://www.youtube.com/results?search_t ... on=1&uni=3
Website: http://www.jarrodradnich.com/
The Piano Guys @ http://en.wikipedia.org/wiki/The_Piano_Guys
Website: http://thepianoguys.com/
Videos: http://www.youtube.com/user/ThePianoGuy ... t=p&view=0
Imagen Ser Supremo, ¡Si Señor!   (Yes Sir !)
Ego Button (Buscar mensajes del Ser Supremo)

Administrador del Sitio
Avatar de Usuario
Mensajes: 13996
Registrado: 30 May 2012, 16:59

Re: La música clásica.

Notapor elAle. » 31 Jul 2012, 22:17

Imagen



Martha Argerich nació en Buenos Aires. Desde los cinco años tomó clases de piano con Vicente Scaramuzza. En 1955 viajó a Europa con su familia, y recibió instrucción por parte de Friederich Gulda en Viena; entre sus maestros también se incluyen Nikita Magaloff y Stefan Askenase.

Luego de sus primeros premios en las competiciones de piano en Bolzano y Geneva en el año 1957, se embarcó en un programa intensivo de conciertos. Su victoria en el concurso Chopin en Warsaw en 1965 fue un paso decisivo en su trayectoria al reconocimiento mundial.

Martha Argerich alcanzó la fama con sus interpretaciones de la obras virtuosas para piano de los siglos XIX y XX. Pero ella no se considera a sí misma como una especialista en los trabajos “virtuoso”. Su repertorio incluye desde Bach pasando por Beethoven, Schumann, Liszt, Debussy y Ravel, incluyendo a Bartók. Ella trabajó como concertista con muchos famosos directores de orquesta. También ha adquirido gran importancia en la música de cámara desde, que a los 17 años, acompañó al violinista Joseph Szigeti, de dos generaciones más grande que ella.

Argerich ha hecho giras por Europa, América y Japón junto Gidon Kremer y Mischa Maisky, también ha grabado gran parte de su repertorio para cuatro manos y dos pianos con los pianistas Nelson Freire, Stephen Bishop-Kovacevich, Nicolas Economou y Alexandre Rabinovitch. Se presentó en el festival Gidon Kremer en Lockenhaus, en el festival de verano para piano en Munich, el Festival Lucerna y el de Salzburgo, donde dio, por ejemplo, un recital con Mischa Maisky en el año 1993.

Martha apareció con Claudio Abbado y la Filarmónica de Berlín en el año 1992 en el Concierto de Víspera de Año Nuevo presentando la obra Burleske de Strauss, y también en el Festival de Salzburgo en pascua del año 1993. Mayo de 1998 vio el ansiado musical “Summit meeting” entre Martha Argerich, Mischa Maisky y Gidon Kremer. Durante la ocasión del concierto en memoria al empresario Reinhard Paulsen, los tres artistas viajaron juntos a Japón, donde interpretaron tríos para piano de Shostakovich y Tchaikovsky (grabados por Deutsche Grammophon).

En marzo de 2000 dio su primer gran aparición como solista en casi 20 años en el Carnegie Hall de Nueva York. La pianista tiene lazos cercanos con Deutsche Grammophon, que se remontan a 1967. Ha grabado prolíficamente durante este periodo: trabajos de solos de Bach, Brahms, Chopin, Liszt y Schumann; grabaciones de los trabajos de concierto de Chopin, Liszt, Ravel y Prokofiev junto a Claudio Abbado, Beethoven junto a Giuseppe Sinopoli, y Le Noces de Stravinsky junto a Leonard Bernstein.


Imagen
El maestro Gulda con su jóven discípula.


Su grabación del primer concierto de Shostakovich, y el número once de Haydn, con el Württembergische Kammerorchetster, Helibornn, dirigido por Jörg Färver fue coronada con el premio a la Academia de Grabaciones de Tokio en 1995. Asimismo el concierto Número 1 para piano de Tchaikovsky junto a Claudio Abbado y la Orquesta Filarmónica de Berlín fue premiado con el premio al mejor CD en el año 1997.

Argerich se dedicó también a la música de cámara, y grabó trabajos de Schumann y Chopin junto a Mstislav Rostropovich, y sonatas tanto de Bach como de Beethoven nuevamente junto a Mischa Maisky. Además ha hecho numerosas grabaciones muy exitosas con otros músicos, entre ellas sonatas para violín de Schumann y trabajos de Bartók, Janácek y Messiaen y el concierto para violín y piano de Mendelssohn junto a la Orquesta de Cámara Orpheus. Sus grabaciones de las sonatas y melodías Prokofiev recibieron el premio a la Academia de Grabaciones de Tokio, y el Diapasón de Oro en 1992, y el premio Edison al año siguiente. Una de sus más destacadas grabaciones fue la de las sonatas completas para violín de Beethoven, la cual fue concluida con el lanzamiento de las Sonatas opus 47 “Kreutzer” y opus 96 en el año 1995.

Esta reconocida pianista tiene un interés muy compasivo en los jóvenes artistas. En septiembre de 1999 se llevó a cabo en Buenos Aires, el primer Concurso Internacional de Piano, una competencia que no sólo llevaba su nombre sino de la cual era presidenta del jurado. En noviembre de ese mismo año tuvo lugar en Japón el segundo “Festival de Música Martha Argerich”, con conciertos y clases maestras dadas no sólo por Martha sino también por Mischa Maisky y Nelson Freire, entre otros.


http://www.pianored.com/martha-argerich.html

Administrador del Sitio
Avatar de Usuario
Mensajes: 13996
Registrado: 30 May 2012, 16:59

Re: La música clásica.

Notapor elAle. » 31 Jul 2012, 22:18

Una nota aparecida hace un año.

Imagen
Martha Argerich, la reina argentina del piano clásico llega a los 70 añosActualmente radicada en Bélgica, es especialmente celebrada por sus interpretaciones de Chopin, Liszt, Bach, Schumann, Ravel y Prokofiev. El Teatro Colón de Buenos Aires organiza anualmente un fetival en su honor.

BERLÍN.- La primera vez que Friedrich Gulda accedió a escuchar a Martha Argerich, después de que su madre Juanita intentara convencer al compositor y pianista austríaco, la joven se negó. Martha tenía 12 años y no sería la última vez que la pianista argentina, que este domingo cumple 70, se rebelara contra las imposiciones de la vida artística.

En una nueva gira por Sudamérica, Gulda finalmente logró descubrir el talento de Argerich, tras lo cual persuadió a la familia para que se instalara en Austria. En 1955, el entonces presidente argentino Juan Domingo Perón envió al padre de Martha como agregado económico de la embajada en Viena, y así la joven pianista comenzó a estudiar con Gulda. Más tarde, en Ginebra, con Madeleine Lipatti y Nikita Magaloff.

La niña prodigiosa

Gulda le abrió nuevos horizontes, le mostró la gracia de Mozart y Haydn y entabló con ella largas conversaciones sobre la música. El compositor austríaco fue su maestro y mentor, casi una figura paterna. Sus maestros en Buenos Aires, entre ellos el temible Vicente Scaramuzza, habían intentado domesticar a esta niña talentosa con disciplina férrea. Fue en vano.

"Era realmente una niña prodigio. Pero también era inconstante y por ello poco confiable. Es temida porque muchas veces cancela. Es salvaje, loca, no es fácil de tratar y es siempre un factor de riesgo. Es prodigiosa", señala Gulda en su autobiografía. "Tenía sólo 12 años. Yo no sabía qué enseñarle, porque ya lo sabía todo. Fue el máximo talento que tuve entre mis alumnos, no hubiera podido pedir nunca dinero a cambio", agrega.

"Por él hubiera hecho todo!", confiesa Argerich en una biografía reciente y muy detallada del francés Olivier Bellamy ("Martha Argerich, la leona en el piano"). Martha estaba enamorada de Gulda, afirma una amiga de la pianista argentina.

"Quizá seas hermafrodita, Argerich", le dijo Gulda. "El piano es un instrumento hermafrodita", le replicó ella sonriente. La relación entre Martha y el piano fue siempre de amor y desesperación. Gulda le pedía que confiara en sus cualidades extraordinarias y que no malgastara su potencial.

La vida con Chopin, Liszt, Bach, y Ravel

Argerich nació en Buenos Aires el 5 de junio de 1941. Su madre fue su primera maestra, y ya a los cuatro años dio su primer recital público. Con siete años podía tocar en una tarde el concierto para piano de Mozart Nr.20, la sinfonía nr. 1 de Beethoven y una suite de Bach. En 1957, a los 16 años, ganó dos concursos: el Premio Busoni de Bolzano y, al igual que su mentor unos años antes, el concurso de Ginebra. El público estaba fascinado con el "milagro Argerich".

La pianista, sin embargo, siempre buscó recluirse y más de una vez canceló citas importantes o rechazó contratos con destacadas discográficas, entre ellas la Deutsche Grammophon. Sólo tres años más tarde, cuando se sintió madura para grabar, accedió a firmar un contrato.

Después viajó a Nueva York para tocar frente a Vladimir Horowitz. Pero su ídolo no la quiso recibir. Tuvieron que pasar tres años para que el pianista ruso la calificara como la mejor. Argerich se quedó en Estados Unidos y allí conoció al compositor chino Robert Chen, padre la primera de sus tres hijas.

En 1965 regresó a Europa y obtuvo el primer premio en el Concurso Internacional de Piano Fréderic Chopin de Varsovia. Con 24 años, Argerich ya era una artista consumada. Años más tarde, en ese mismo concurso, la pianista desató un escándalo. Como su favorito Ivo Pogorelich fue eliminado en las semifinales, Argerich abandonó el jurado declarando: "Pogorelich es un genio".

Argerich desconfía del negocio, pero tampoco confía en su talento excepcional. Su rapidez es tal vez una manera de esquivar su miedo escénico. Pocos pianistas logran interpretar a Chopin con tanta claridad como ella.

Pero siempre se repiten las cancelaciones, los vaivenes en la vida de Martha. "Un zigzag entre ’crisis y resultados fantásticos", según indica el critico musical Joachim Kaiser. Sus grabaciones, pero sobre todo sus representaciones son legendarias. "No se trata solamente de obtener el tono correcto, se trata de la vida", afirma Kaiser.

En 1963 se casa por segunda vez con el dirigente suizo Charles Dutoit. Tras cinco años tumultuosos y una hija -Annie- se separan. Martha regresa con su ex pareja Stephen Kovacevich, quien se convierte en su tercer marido y padre de su tercera hija, Stephanie.
A principios de los años 80, Argerich decide no hacer más presentaciones como solista y también piensa cómo puede eludir los "trucos" de los agentes y empresas discográficas. Fruto de esa utopía nacieron los festivales de Beppu, en Japón, y Lugano, en Suiza. Junto a sus amigos, Argerich se siente más acompañada.

En su vida privada sufrió varios golpes en poco tiempo: la muerte de sus padres, de su hermano y de su mejor amiga. En 1992 le diagnostican cáncer de piel, pero sale adelante. Durante su recuperación vuelve a los escenarios y realiza giras por Europa, América y Japón junto al violinista Gidon Kremer y al violonchellista Mischa Maisky.

En marzo de 2000 hace su triunfal aparición como solista en casi 20 años en el Carnegie Hall de Nueva York. Entre una infinidad de premios, Argerich ha sido galardonada con el "Praemium Imperiale" de la música, el máximo reconocimiento que se otorga en Japón a los artistas, y tres premios Grammy en 2000, 2005 y 2006.

El Teatro Colón de Buenos Aires organiza anualmente el Festival Martha Argerich, con músicos e intérpretes de todo el mundo. Actualmente Argerich reside en Bruselas.

http://www.emol.com/noticias/magazine/2 ... -anos.html

Administrador del Sitio
Avatar de Usuario
Mensajes: 13996
Registrado: 30 May 2012, 16:59

Re: La música clásica.

Notapor elAle. » 31 Jul 2012, 22:21

[youtube]KCSEwfqs-VM[/youtube]

[youtube]S-2aNWr-6jE[/youtube]

[youtube]KZGi49Bnghs[/youtube]

Usuario Master
Avatar de Usuario
Mensajes: 5776
Registrado: 30 May 2012, 19:03

Re: La música clásica.

Notapor tony_bennett » 01 Ago 2012, 01:07

Ser Supremo escribiste:Para mi la música clásica u orquestada es la única que sirve para las entradas triunfales y para crear momentos y/o transmitir sentimientos en escenas mudas de películas.
[youtube]TTFG1jVKbPA[/youtube]


Que pelicula es esta Ser Supremo. ?
Imagen

Asi que te gusta el MP3....?

Usuario Senior
Avatar de Usuario
Mensajes: 1727
Registrado: 20 Jun 2012, 20:24
Ubicación: En un Satélite de Saturno

Re: La música clásica.

Notapor Ser Supremo » 01 Ago 2012, 01:24

tony_bennett escribiste:
Ser Supremo escribiste:Para mi la música clásica u orquestada es la única que sirve para las entradas triunfales y para crear momentos y/o transmitir sentimientos en escenas mudas de películas.
[youtube]TTFG1jVKbPA[/youtube]


Que pelicula es esta Ser Supremo. ?

Imagen
De Alex Proyas, el mismo de The Crow (El Curervo), Dark City (en donde Jennifer Connelly canta) y I, Robot (la de Will Smith contra los robots)
[youtube]WgHqbJr3NFI[/youtube]


Volviendo al piano...
[youtube]hk4FRHrXgs8[/youtube]
[youtube]Z48HwHAym3k[/youtube]
Kanaal van RobertPeetersPiano @ http://www.youtube.com/user/RobertPeetersPiano/videos
Imagen Ser Supremo, ¡Si Señor!   (Yes Sir !)
Ego Button (Buscar mensajes del Ser Supremo)

Usuario Master
Avatar de Usuario
Mensajes: 5776
Registrado: 30 May 2012, 19:03

Re: La música clásica.

Notapor tony_bennett » 01 Ago 2012, 11:56

Se agradece la info Supremo. ;)
Imagen

Asi que te gusta el MP3....?

Administrador del Sitio
Avatar de Usuario
Mensajes: 13996
Registrado: 30 May 2012, 16:59

Re: La música clásica.

Notapor elAle. » 01 Ago 2012, 13:08

Sobre un músico, sus interpretes y las pasiones.


Johann Sebastian Bach: La Pasión según San Mateo BWV 244.

Academia de Canto de Berlín; marzo de 1829. Uno de los mayores fiascos musicales se avecina con su amenazante rostro. Así lo creen muchos. Allí, en ese adusto salón, el compositor Félix Mendelssohn-Bartholdy ensaya una música desconocida para el público; una obra de dimensiones tan insólitas y desproporcionadas, que sólo puede haber sido compuesta por un loco, para ser interpretada por otros tan locos como él y admirada por locos aún peores.

Se trataba de una Pasión basada en el Evangelio de Mateo y compuesta hacía 100 años. La obra resultaba tan pesada, que exigía para su cabal ejecución, dos conjuntos orquestales tradicionales, solistas vocales y coros. Mendelssohn era el descubridor de esta pieza olvidada tras el polvo de los años acumulado en las viejas estanterías. La había encontrado por casualidad cinco años atrás, en la biblioteca de uno de sus maestros y al hacerlo, se convenció de tener en sus manos la mayor reliquia musical del período Barroco; con ella -pensaba Él- se abriría una nueva era en la comprensión y admiración de la Música de dicho tiempo, además de reivindicar la memoria de su insigne compositor también olvidado desde hacía décadas: Johann Sebastian Bach (1685-1750).

Para muchos sin embargo, el pretender presentar en concierto esta partitura era tan inmensamente c@&@$a como orgulloso era el pueblo prusiano. La composición era tan sumamente desmedida que sería imposible que los músicos la asimilaran de la manera correcta y menos aún, que el público berlinés la apreciara. Aún así, Mendelssohn se sostuvo en su posición y siguió adelante con el proyecto.

Sin embargo, quienes presagiaban un estrepitoso fracaso se equivocaban. Para el día del concierto, la expectativa generada dio como resultado que todos los puestos del teatro estuviesen ocupados. Cuando Mendelssohn empuñó la batuta e inició con el majestuoso Primer Coral, los oyentes se vieron atrapados por una emocionante ola de emoción interna: un silencio profundo y atento fue la respuesta a los recitativos, las arias y los corales que se sucedían unos tras los otros con una armonía tan sublime como inesperada. El público tenía la sensación no sólo de escuchar sino también de vivir la narración evangélica que la Música de Bach ofrecía. No era tan sólo Gran Música en toda la extensión del término: era una auténtica experiencia para los estados del espíritu, que en los momentos más notables de La Pasión según San Mateo, hizo brotar lágrimas de los presentes en el teatro: cuando Cristo hablaba, un delicado y emocionante rumor de las cuerdas acompañaba sus palabras, mientras las contemplativas arias expresaban la profundidad religiosa de una humanidad doliente, al paso que los corales -bien sonoros, bien suplicantes- transmitían la vívida sensación del peso de la Cruz.

Tal fue el éxito de esta velada, que el concierto debió ser repetido varias veces. El Genio de Bach nuevamente ocupaba el lugar que le correspondía en la Historia de la Música, junto con su mayor virtud: pese a ser un lenguaje propio, circunscrito a un momento y un entorno histórico, tenía empero características universales: aún hoy Bach habla a la Humanidad entera y su mensaje no conoce fronteras de ninguna especie. Se encuentra tan vigente como esta magnífica obra que hoy nos ocupa con su majestuosidad indiscutible.

***

Desde la Edad Media se hizo consuetudinario -especialmente en los países germánicos- que la Semana Santa fuese celebrada por los creyentes con relatos y representaciones musicales y teatrales de la Pasión de Cristo. Tal costumbre conoció un auge nunca antes visto durante el Renacimiento, gracias a las traducciones de los textos litúrgicos por parte de Martín Lutero, quien llevó al pueblo devoto el conocimiento de la Biblia, al traducirla del latín al alemán. Pero fue en el Medioevo cuando nació la frecuente práctica de desarrollar las llamadas Pasiones-Responso, en donde el Evangelio era cantado por un bajo en el papel de Cristo, un barítono fungía como el evangelista y un tenor desempeñaba roles diversos en la narración cantada de la Pasión. Esto se hacía bajo la aún dominante forma del Canto Gregoriano, única forma musical permitida para el servicio religioso medieval.

Como se dijo, el advenimiento del Renacimiento y con este la Polifonía en la Música, además de la Reforma Protestante, abrió un nuevo horizonte a las Pasiones cantadas, cuando al grupo inicial de cantores se incorporó ya un Coro que entonaba la referida forma polifónica tan cara a compositores como Pergolesi, en el desarrollo del canto. De esta manera se evolucionó a la Pasión-Motete. Es así como surge la primera gran Pasión “nueva”, compuesta por Johann Walter en el siglo XVI.

Poco a poco las Pasiones musicales de Semana Santa fueron evolucionando hasta encontrar un modelo básico en las composiciones de Heinrich Schütz. A partir de Él, los compositores que abordaron esta forma musical siguieron empleando como punto de partida vocal los Evangelios mismos, pero incorporando entre los versículos algunos fragmentos de poesía libre, generalmente encomendados a los Corales y cuyo fin es expresar piadosamente los sentimientos que evoca el relato bíblico frente a una situación determinada, bien en sus protagonistas o en un auditorio indeterminado, pero ciertamente universal.

Johann Sebastian Bach compuso cinco Pasiones. Dos de ellas se han perdido por completo (hay quien asegure que aún existían durante la Segunda Guerra Mundial); la Pasión según San Marcos ha sido recientemente reconstruida según el criterio de Ton Koopman, pero de ella sólo se conservaba el texto. Únicamente han sobrevivido íntegramente La Pasión según San Juan BWV 245 -frecuentemente interpretada y muy admirada- y La Pasión según San Mateo BWV 244, obra colosal, repleta de madurez y arropada por todo el sentimiento religioso-musical de su autor, además de su Genio inconmensurable.

Compleja partitura que incorpora la forma Cantata con coros, corales, recitativos y arias, interpretadas por un contingente orquestal y coral enorme, inusual para las obras del período Barroco. El coro es mixto y se apoya con uno de niños; los efectivos orquestales suman dos orquestas barrocas (donde a los acostumbrados instrumentos se suman las flautas dulces y traveseras, oboes, oboes d’amore, oboes da caccia, fagots y un grupo de cuerdas más numeroso que el habitual), además de un órgano; y por si fuera poco, el texto exige la presencia de siete solistas entre los que hay una soprano, una contralto, dos tenores y tres bajos.

El texto de La Pasión según San Mateo (Parte 1 y Parte 2) se basa en su totalidad en los capítulos 26 y 27 del Evangelio, acompañándose de textos de Picander. La obra se estrenó el Viernes Santo 15 de abril de 1729, exactamente 100 años antes del reestreno debido a Mendelssohn. Como dato importante, además del aparato musical requerido para la interpretación, debe señalarse el hecho concebido por Bach, de hacer que las palabras de Cristo sean siempre acompañadas por un suave murmullo de la cuerda, elevando su Voz a un estado de casi total beatitud y santidad. Tal cosa nunca había sido hecha antes y constituye uno de los máximos valores que hacen de esta gigantesca obra, una de las máximas expresiones del Arte Musical Religioso.

***

El Director de Orquesta Karl Richter ha pasado a la Historia como uno de los mayores intérpretes de Bach. Sin especular sobre si es el mejor o no, lo cierto es que es un verdadero especialista en la Música del Genio de Eisenach. Frente a sus Münchener Bach-Chor, Münchener Chorknaben y Münchener Bach-Orchester, ha dejado para la posteridad un maravilloso legado de grabaciones, las cuales nunca resultan repetitivas ni anquilosadas en un caduco modelo interpretativo. Su maestría lleva al oyente a descubrir siempre a un nuevo Bach con sus insondables e interminables misterios.


Imagen

Imagen


Corolario: La Pasión de Cristo es teatralmente representada cada diez años en Oberammergau, pequeña población bávara sita en la región alpina. Circundada por majestuosas cumbres nevadas, el teatro de esta ciudad es el escenario donde una impresionante representación de las últimas horas de Cristo tiene lugar. El primer montaje ocurrió en el año de 1634, como acción de gracias a Dios luego del triunfo de los lugareños sobre la peste negra. Este espectáculo religioso y teatral es sin duda alguna, el más imponente y brillante en toda Europa. Tan tradicional resulta desde hace siglos, que incluso en los archivos de sus asistentes puede encontrarse la firma del Führer Adolf Hitler, quien acudió a una de sus puestas en escena.

[youtube]y71_q3S2oe0[/youtube]

http://labatutavonpaixao.wordpress.com/ ... l-richter/

Administrador del Sitio
Avatar de Usuario
Mensajes: 13996
Registrado: 30 May 2012, 16:59

Re: La música clásica.

Notapor elAle. » 01 Ago 2012, 13:15

KARL RICHTER.

Johann Sebastian Bach: Toccata y Fuga en re menor, BWV 565.
Imagen

La Gran Sala de Conciertos se traslada hoy hacia la Abadía Benedictina de Ottobeuren, en las cercanías de Memmingen, en Baviera. Allí, envuelto en un halo de recogimiento, inspiración, Arte e Historia, testimoniando el pendular movimiento de los siglos, reposa un imponente Órgano, hoy por hoy, uno de los más colosales de toda Europa. Construido en la XVIII centuria por Karl Joseph Riepp como un Órgano Doble, el colosal instrumento es un tesoro musical y una alabanza al más sublime valor artístico protagonista indiscutible de esta joya arquitectónica. Aunque su fundación se remonta al lejano año de 764, el esplendor de Ottobeuren se debe al Abad Ruperto, quien a partir de 1720 decoró el interior de la Abadía con ricos diseños propios del Rococó, ese luminoso sentir artístico que nutre su expresión a partir de las delicadas formas de la naturaleza, el cuerpo humano, las nobles temáticas y una delicada evocación de la Antigüedad Clásica, sensibilizando el espíritu y reconciliándolo con la contemplación de la Idea, en un sentido platónico del término. Cabe añadir que la Abadía de Ottobeuren ofrece frecuentes conciertos, las más de las veces desde su dominante instrumento principal, constituyéndose en una de las mayores atracciones bávaras de nuestros tiempos.

Es en este grandioso escenario donde el director, clavicembalista y organista Karl Richter (1926-1981), da vida una vez más -en una imponente interpretación- a la muy conocida Toccata y Fuga en re menor, BWV 565 de Johann Sebastian Bach (1685-1750).

Son tantos los méritos musicales que descansan en la figura de Bach, que se experimenta una sensación de injusticia el no nombrarlas todas; sin embargo ello supondría rebasar los propósitos de esta presentación (de la misma manera sucede con el propio Richter, quien hoy nos acompaña). Dígase por ahora, que una de las más eximias cualidades del Genio de Eisenach, fue precisamente su faceta como organista.

El órgano, como instrumento muy antiguo, alcanzó un auge notable en la Alemania del Humanismo Renacentista, convirtiéndose en el instrumento de la predilección de muchísimos hombres de religión y músicos. De hecho, la Reforma Protestante resultó ser gran impulso de la utilización de órganos en la celebración de sus oficios; esto fue así gracias a la decidida aprobación que el propio Lutero concediera para el uso de estos instrumentos. Al gozar de amplia difusión al interior de las iglesias, no es raro que compositores de la talla de Frescobaldi, Scarlatti, Pachelbel, Couperin, Haendel y muchos otros exponentes del barroco (por citar sólo ese período), compusieran un notable número de obras para órgano, durante los años que podríamos llamar de su esplendor.

Pero como dijimos, fue con J.S. Bach que el órgano conoció su apogeo. Ha sido una costumbre el dividir la obra de Bach en Composiciones Libres y en Corales. Aunque se le tiene como un compositor de marcado acento religioso, muchas de sus composiciones carecen de un componente estrictamente litúrgico, o por lo menos este no es del todo evidente. Aunque se cree que la intención de Bach era destinar sus composiciones organísticas para ser interpretadas como una especie de música sacra, lo cierto es que muchas de ellas escapan a esa categoría, siendo ejecutadas como auténticas piezas libres.

El conjunto de obras para órgano compuesto por Bach, están agrupadas por colecciones o compilaciones, realizadas por Él mismo o por sus discípulos:

Orgelbüchlein, que lleva el subtítulo de “Pequeño Libro para Órgano; es un auténtico manual para la correcta forma de tocar este instrumento, haciendo especial énfasis en el uso del pedal. Muchas de las obras que lo conforman fueron compuestas en Weimar, pero su proceso de copia y compilación se dio durante los tiempos que Bach permaneció en la ciudad de Köthen.
Los 18 corales; esta compilación fue realizada y autografiada por el propio Bach, en los últimos años de su vida, aunque las obras que la componen son de creación muy anterior (1710-14, probablemente).
El Clavierübung III de 1737; este es una de las pruebas más fehacientes sobre la intencionalidad religiosa de Bach sobre sus composiciones para órgano (aunque al final terminaran siendo apreciadas como Libres): la portada de la edición dice así “Tercera parte de la práctica del teclado que consta de varios Preludios sobre el Catecismo y otros cantos para el órgano. Preparado para los amantes de la Música, especialmente para los entendidos en ella, para recreación de su espíritu, por Johann Sebastian Bach, Compositor de la Corte Real Polaca y de la del Elector Sajonia, Maestro de Capilla y Director del Chorus Musicus de Lepzig. Publicado por el Autor”; llamada también Misa de Órgano (Orgelmesse), esta compilación está destinada además como comentario musical, especialmente para los servicios luteranos.
Los Corales Schübler: fueron publicados por Johann Georg Schübler entre 1748-49; son seis corales de varios tipos para ser interpretados “en un órgano con dos manuales y pedal”, como dictaminó el propio Bach. Para ser justos, estas obras no son composiciones nacidas de un momento de inspiración de su autor ni fueron compuestas para el órgano. En realidad son arreglos que Bach hiciera sobre alguna Arias de su autoría, que vieron la luz en sus tiempos de Lepzig. Y aunque no son piezas tan complejas en lo técnico y lo contrapuntístico, si rebosan de intimidad y lo que Él mismo llamaba Devotio Religiosa; su propósito no es el de ser una depurada escuela organística, sino una vía para la espiritualización del Hombre. Aquí Bach vierte toda la majestuosidad de su divina musicalidad.
Colección Kirnberger; este trabajo compilatorio se debe a uno de los discípulos que más admiró a su Maestro: Johann Phillip Kirnberger (1721-1783). De no ser por él, estas obras probablemente habrían quedado perdidas para la posteridad. Son las muy conocidas piezas que presentan la estructura Preludio (Toccata) – Fuga, al que Bach era tan afecto. En su gran mayoría, estas composiciones vieron la luz en las épocas en que el compositor vivió en Weimar y, la muy famosa Toccata y Fuga en re menor, BWV 565, pertenece a este período, siendo incluida justamente en esta colección de Kirnberger.
Compuesta probablemente hacia 1703-1706, lleva sobre sí la sospecha de diversos musicólogos en el sentido de ser probablemente una obra apócrifa. Incluso hay quienes aún sin dudar de la autoría de Bach, consideran que en su forma original está escrita para violín, no para órgano. Sin tomar partido en esta discusión (además por considerarla sin ninguna utilidad), lo cierto es que de las cerca de 250 obras escritas por Bach para este instrumento, casi la totalidad de ellas sufrieron revisiones y ajustes en función de la creciente madurez que su compositor iba experimentando, haciéndose cada vez más exigente. Esto puede ser la causa por la cual, obras como la Toccata y Fuga en re menor, BWV 565, arrastra la desconfianza que quien esto escribe ha manifestado.

Sea como fuere, esta es una de las piezas más conocidas de la Historia de la Música; el semitrino con el cual se inicia la obra:

Imagen

Es quizás tan famoso como la misma célula de cuatro notas que abre la Quinta Sinfonía de Beethoven. La Toccata es un auténtico despliegue sonoro que desafía las habilidades más extremas del intérprete. Con gran solemnidad, se abre paso la Fuga, escrita sobre la base de las semicorcheas, las cuales dominan todo el conjunto musical hasta la conclusión de la pieza.

Imagen



[youtube]Zd_oIFy1mxM[/youtube]

Administrador del Sitio
Avatar de Usuario
Mensajes: 13996
Registrado: 30 May 2012, 16:59

Re: La música clásica.

Notapor elAle. » 01 Ago 2012, 13:17

Algo de la biografía de este señor:



Karl Richter (15 de octubre de 1926, Plauen - 15 de febrero de 1981, Múnich) fue un organista, clavecinista, director de orquesta y director de coro alemán. Fue uno de los más grandes intérpretes de Johann Sebastian Bach.

Nació en Plauen y estudió en Dresde y Leipzig, donde se graduó en 1949. Ese mismo año, llegó a ser organista en la iglesia de Santo Tomás en Leipzig, la misma iglesia donde tres siglos atrás Johann Sebastian Bach había desempeñado el cargo de director musical. En 1951, se trasladó a Múnich, donde impartió clase en el conservatorio y fue cantor y organista en la iglesia de San Marcos. A partir de 1954, dirigió el Coro y la Orquesta Bach de Múnich. En los años 1960 y 1970, hizo gran cantidad de grabaciones y realizó giras en Japón, Estados Unidos y la Unión Soviética.
Richter interpretó gran variedad de música, pero es especialmente recordado por sus interpretaciones de las obras de Bach. Karl Richter evitó las fluctuaciones en el tempo que fueron características de las interpretaciones románticas de Bach, aunque, por otro parte, usó instrumentos modernos en sus interpretaciones hasta el final de su carrera.
Fiel a ciertos intérpretes, Karl Richter trabajó en numerosas ocasiones con Maria Stader, Hertha Töpper, Ernst Haefliger, Dietrich Fischer-Dieskau, Edith Mathis y Keith Engen.
Murió de un ataque al corazón a los 54 años.
En cuanto a los aspectos estilísticos y sonoros de su producción, Richter encarna la transición entre las visiones «románticas» y «barrocas» de la obra del compositor: su versión de la Pasión según san Mateo de Bach, una de las mejores que existen en la actualidad junto a las versiones de Otto Klemperer y la de Nikolaus Harnoncourt. Un cierto sentimentalismo impregna sus grabaciones, que fueron no obstante muy admiradas por Glenn Gould.
Su interpretación del primer movimiento del segundo Concierto de Brandenburgo de Bach, es la primera selección en el disco de oro de la sonda espacial Voyager.


http://es.wikipedia.org/wiki/Karl_Richter

AnteriorSiguiente

Volver a Música.

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 10 invitados